Pablito era un compañero, en uno de mis primeros trabajos, allá por el `99. Trabajábamos en una empresa de publicidad, yo maquetaba y el diseñaba el contenido con más carga grafica; portadas, anuncios, infografías… Pablito, era un fenómeno, un fiera. Era capaz de hacer algo explosivo en 30 minutos y dejarnos a todos, como se dice aquí, con la boca como un serrote.
Pero no contaba con la simpatía del jefe del departamento, cuya exigencia era proporcional a su estupidez, ni con la de muchos de sus esbirros. Pablito no guardaba el prototipo de chico disciplinado, bien vestido y pelota. Pronto se quedo con mi único apoyo y el de Maria, otra compañera. Todo esto claro está, termino con su no-renovación convencida la empresa que encontraría a alguien que encajara mejor en su “perfil”. Y vaya si lo encontró.
Andrés “Designator”, la antítesis a Pablito, disciplinado, siempre con americana y trepa incansable. En la entrevista, en la que estuve presente, dejo a todos encandilados con su curriculum y repertorio de ideas. Y a mí, con una mal rollo que te cagas.
Los primeros días todo eran buenas palabras y alabanzas hacia Andrés, su trabajo mas que ser bueno, lo vendía muy bien. Pero ay, amigo, cuando llego el estrés, la presión y la urgencia. Andrés “Designator”, era incapaz de reaccionar con rapidez, lento hasta más no poder. Era incapaz de diseñar algo rápido y bonito, para salir del paso. Todas las alabanzas se convirtieron como podéis imaginar en duras críticas y arrepentimiento elevado al cubo, de jefes, esbirros y compañeros, a los que nos lastraba con su incompetencia.
Como Andrés “Designator”, tenía un contrato de 1 año, hubo que aguantarlo como se pudo. Incluso subcontratando el trabajo a otra empresa, por que era incapaz de sacarlo hacia adelante. Empresa en la que, casualidades de la vida trabajaba Pablito, y de lo que nunca llegó a enterarse nuestro jefe y esbirros varios. Se perdieron clientes, mucho dinero y sobre todo prestigio.
Hace años que no veo a Pablito. Dejo Santander para volver a Madrid, de donde llego a mediados de los 90, y donde estuvo mucho tiempo trabajando como freelance (por su cuenta) para otras empresas.
Zapatero no ha hecho mejor o peor las cosas o mas tarde o mas temprano, que el resto de los líderes europeos. Esta crisis es una crisis global, y las decisiones se toman todos lo países juntos y a la vez. Por que es la única forma de superarla.
Pero tenemos a una oposición que dice muchas cosas, tiene un programa que (dicen, por que nadie sabe cual es) nos sacara de la crisis en dos años (Lo que estima el gobierno de Zapatero, que levantara la economía) y que dice que lo que hace falta en España, es confianza y Jose Luis Rodríguez Zapatero no da confianza.
Ayer salía en muchos medios un video de Mariano Rajoy, en un programa de la tele de su amigo Pedro J. Con un guión más que preparado, una chica le preguntaba cuales iban a ser sus medidas para promover el empleo juvenil. Rajoy se quedó mudo y empezó a balbucear: "Vamos a ver, eeeh, uuum..." "¿Medidas para crear empleo? Bueno, la verdad es que me ha pasado una cosa verdaderamente notable, que lo he escrito aquí y no entiendo mi letra". Pedro J. tuvo que soplarle la respuesta, con lo que al final arranco, soltando varios tópicos mas que evidentes para dar confianza en la economía española y que ya se estan abordando por el gobierno. Concluyó aconsejando a la chica: "Cuanto más te preocupes, cuanto más estudies, cuanta más vida tengas, mucho mejor y muchas mejores posibilidades". La verdad es que si tiene siete vidas desde luego trabajara más. ¡No tiene programa, ni propuestas, ni nada! Solo faltaron las risas enlatadas. Esperpéntico!
Después de ver el video, más de uno debería de pensar si realmente quiere que este señor sea su próximo presidente. Ojalá hubiese tenido mi jefe aquella tarde, durante la entrevista de nuestro amigo Andrés “Designator”, prueba tan fehaciente en sus manos. Quizás no hubiese tenido que cerrar la empresa, meses después.
Como me acuerdo de Pablito, y de su brindis de despedida birra en mano: “Otro vendrá que bueno me hará”. ¿Le pasara lo mismo a Jose Luís Rodríguez Zapatero?
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