Al año siguiente de ganar las elecciones (en 1997) el Partido Popular, sembró con la ley de la liberación del suelo, la gestación de la mayor burbuja inmobiliaria en la historia de España. Dicha ley permitía a los ayuntamientos elaborar sus propios Planes Generales de Ordenación Urbana (PGOU), con lo que el interes caciquil y la construcción descontrolada estaban servidos.
Todo esto animado por las políticas de sus amigos George y Wall Street, desde EE.UU y las políticas neoliberales del PP (fluidez del crédito = a prosperidad), nos metió en el mayor bacalao económico-social, que ha conocido la historia de este país.
Si bien es cierto que Zapatero poco hizo ante el tsunami inmobiliario a su llegada en 2004, más haya de alguna ley, también seria conveniente reconocer que hacerlo con la economía creciendo a ese ritmo, no hubiese sido aconsejable. Sin olvidar el debate crítico en la calle, que hubiese tachado de intervencionismo al gobierno, en un sector que estaba generando montones de puestos de trabajo.
Junto a la burbuja inmobiliaria, se gestaba y paralelamente crecía la mayor trama de corrupción que jamás ha salpicado a una formación política. Políticos corruptos del Partido Popular, adjudicaban obras y contratos públicos a dedo, a cambio de regalos y viajes para cónyuges, hermanos, sobrinos, hijos…La trama Gürtel, correa, cinturón en alemán, en referencia al principal cabecilla Francisco Correa. La trama se movía ardua y veloz de Madrid a Valencia y viceversa, como el AVE, extendiendo sus tentáculos incluso hasta un despacho por debajo del de Mariano Rajoy en Genova 13, el del Tesorero del PP, Luis Barcenas. Según un artículo publicado en el plural la estafa podría llegar a los 6.000 millones de € (1.000.000.000.000 de ptas.), multa de Hacienda incluida. Dinero robado de los bolsillos de todos los españoles. La bomba Gürtel podría eclosionar finalmente en el PP, si se demuestra como parece que hubo financiación ilegal.
El artífice de estas políticas económicas y de empleo del PP, Rodrigo Rato, ese fiera de la economía, ese monstruo financiero, ese fenómeno de la gestión, paso durante el 2004 al 2007, a ser el máximo responsable del FMI. Este órgano es el gran oráculo de la economía para todos los países. Lo que dice el FMI va a misa y en 2007 decía que no había crisis. Rodrigo Rato omitió los consejos y advertencias de sus asesores, sobre la que se avecinaba y decidió seguir abrazándose a la ensoñación de las políticas económicas neoliberales. Todo esto lo hemos conocido estos dias, despues de que el FMI hiciese publico un informe interno en el que se hacia una dura autocritica del periodo de Rato como maximo responsable del organismo, en el que se critica que el FMI no se supo anticipar a la crisis. En 2007, Rato volvió a España, por motivos personales, arduo y veloz, posiblemente viendo la que se le venía encima.
Con todo esto uno puede pensar, "donde pisa el PP no crece la hierba". Pero además, preguntarse con qué cara pueden reprochar a Zapatero que no supo ver venir la crisis, cuando ni siquiera el FMI lo vio, es mas aseguraba un gran crecimiento para España.
De todas formas a mí lo que más me sorprende y aterra, es que en sus mítines y discursos, el PP no tiene el mas mínimo reparo en decir: “Lo hicimos en el 96 y lo volveremos a hacer...”. Como mínimo los españoles de bien, y sobre todo la Fiscalía Anticorrupción, deberían tomar nota, ante semejante amenaza.
Ernesto Ekaizer cuenta, en su blog económico de RNE, la historia de Rato (el mesias economico del PP):
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