Nadie está feliz con la letra, pero a todos les gusta la música
F. MEDINA
El acuerdo para la Reforma Laboral ya está aquí…, o casi. Pero el camino hasta la meta ha sido largo. Y muy difícil. En fuentes del gobierno y de los sindicatos implicados se ha reconocido a ELPLURAL.COM que las negociaciones estuvieron a punto de naufragar, incluso con el agua por encima del cuello, varias veces, y que, hasta el último momento, la negociación resultó a cara de perro. La prueba, ese extraño “medio año” sumado a los 38 que tendrá que haber cotizado quien desee jubilarse con el 100% de la pensión allá por el año 2027 o 2028.
La realidad de ese “medio año” es que la noche del miércoles, mientras media España andaba pendiente del Sevilla-Real Madrid, y la otra media del Barça-Almería, sindicatos y gobierno echaban un penúltimo pulso en el que UGT y CCOO no cedían en su deseo de mantener los 38 años de cotización como tope para recibir la pensión completa y el gobierno no aceptaba bajar de 39 años. Y de ahí no lograban moverse hasta que aceptaron, en parte por agotamiento, la salomónica…, y algo estrafalaria, según reconocen ellos mismos, solución final. Así de duro estaba el mercadeo.
Rubalcaba, motor del acuerdo
En el lado del Gobierno, según han comentado a ELPLURAL.COM fuentes muy cercanas al Partido Socialista, durante las semanas de negociaciones el frente más duro lo han representado la vicepresidenta, Elena Salgado, y el propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. En su punto de vista resultaba crucial dar una imagen de credibilidad frente a Bruselas y los mercados financieros, y por ello se negaron durante mucho tiempo a rebajar la cotización de los 41 años que primero habían puesto sobre la mesa.
La intransigencia en este punto llevó a momentos muy difíciles. Fue entonces cuando aparecieron la figura del ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, personaje con ascendencia en los sindicatos y, sobre todo, la del vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba que, por razones políticas, siempre ha visto imprescindible que el gobierno no impusiera el acuerdo en solitario. “Rubalcaba ha sido el motor tras el acuerdo, el que ha aparecido cuando las cosas parecían imposible”, ha dicho a elplural una fuente sindical de Comisiones Obreras que conoce bien lo sucedido en las negociaciones en Moncloa. Ahora por el contrario, el ejecutivo no sólo podrá dar imagen de haber logrado un consenso, sino que hará muy difícil al Partido Popular no sumarse a un pacto en el que estarán presentes todas las fuerzas sociales.
Más vale paz social que una reforma impuesta
Mientras, un miembro del PSOE explicaba a ELPLURAL.COM la que parece opinión mayoritaria en las filas de los dirigentes socialistas: “al final es un problema de hacer entender a Bruselas, y también a los mercados, que más vale la paz social, un acuerdo que asegure tranquilidad en las empresas y en la calle, y que permita desarrollar una acción unificada frente a la crisis en la que todo el mundo esté de acuerdo, sindicatos, empresarios y fuerzas políticas, que tener huelgas y movilizaciones callejeras por un año o dos más de cotización a la seguridad social, por mucho recorte de déficit que eso pueda suponer, y que tampoco es tanto”.
En medio de las tensiones, los sindicatos se han esforzado también en mantener la imagen de unidad de acción que no siempre ha sido fácil. Un destacado miembro de CCOO declaraba a ELPLURAL.COM que “sabemos que UGT no quería dejar solo al gobierno, que entendía las consecuencias políticas que podría tener para ellos, pero nuestro papel era presionar con la amenaza de movilizaciones y huelgas, porque el recorte social que trae esta Reforma, aunque sea inevitable, es muy difícil de aceptar sin más y sin dar la imagen de que se ha luchado por disminuir sus consecuencias hasta el último momento”.
Satisfacción moderada
Y ese último momento se produjo anoche, cuando Fernández Toxo y Cándido Méndez cerraban con el presidente Rodríguez Zapatero ese extraño “38 años y medio de cotización” para las pensiones máximas para quien quiera jubilarse a los 65 años, y los 37 años de cotización para quienes lo hagan a los 67. Los mismos hombres que a mediados de diciembre, según contó en exclusiva ELPLURAL.COM, abrieron en una reunión que pretendieron secreta, la negociación que acaba ahora no dejando a nadie plenamente feliz, pero que permite a todos estar moderadamente satisfechos.
(Fuente: http://www.elplural.com/politica/detail.php?id=55150)