"Mariano Rajoy piensa que Zapatero no se presenta, pero también está seguro de que la decisión puede cambiar", señala una persona informada. "Al final de este año, no antes", decidirá Zapatero si se presenta a una tercera reelección, dijo ayer el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui. "Lógicamente, no antes", añadió, descartando que el anuncio tenga lugar por efecto después de las elecciones autonómicas y municipales del próximo 22 de mayo.
Zapatero apuesta por no presentarse, pero no ha cerrado la decisión
Está claro, por tanto, que Zapatero ha considerado el tema de su sucesión como una baza que puede dar juego. Y que su anuncio durante la copa de Navidad, en la Moncloa, en el sentido de que ya había tomado una decisión y que solo conocían el contenido de ella su esposa Sonsoles Espinosa y un miembro del PSOE, es eso, un instrumento táctico para sus planes. Seguir leyendo...
Pendiente de Rajoy
En su método de aproximación al problema de su propia candidatura hay siempre un punto central que es, precisamente, el que tendrá que ver con el desenlace: la evolución del liderazgo de Rajoy. Zapatero cree haber conseguido despojar a Rajoy, finalmente, de su programa de reformas.
El líder del PSOE espera a ver cómo evoluciona el liderazgo de Rajoy
Ayer, precisamente, el líder del Partido Popular, en una entrevista concedida a Radio Nacional de España, al justificar la afirmación de José María Aznar de que España está "intervenida" de hecho, señaló que las reformas de Zapatero "no nacieron de un programa electoral, sino de una Europa que nos obliga a tener determinadas cifras de déficit y de deuda pública".
En realidad, esas exigencias valen para todos los países que forman parte de la moneda única, pero ¿no sería legítimo preguntarse qué pasa con el PP? Es decir, ¿por qué no apoya "las reformas" que aplica Rodríguez Zapatero, ya que esas sí que, parafraseando a Rajoy, "nacen del programa electoral" de su partido?
Con todo, Rajoy ha admitido, en relación con el relanzamiento del pacto que ha comenzado a gestarse en torno a la reforma de las pensiones, que sí ve posible un pacto en materia económica. Es su respuesta al corralito al que el presidente del Gobierno intenta confinarle.
Conclusión: Zapatero todavía acariciaría, contra lo que parecía, a finales de 2010, la posibilidad de lograr aquello que Gerhard Schröder no pudo conseguir frente a Angela Merkel, en las elecciones legislativas de septiembre de 2005. Es decir, salvar las reformas de "rostro humano y social" de los socialistas. La próxima veta a explotar será la visita de Merkel el próximo 3 de febrero para resaltar el "oportunismo" del PP.
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